Mi Primera Vez Fue Con Ella... Y Me Enseñó Todo
Categorías: Lesbianas Fantasías Sexuales Primera Vez
Siempre supe que algo dentro de mí vibraba diferente. No me atraían los chicos de mi curso, sino las miradas de mujeres mayores, seguras, sensuales. Pero nunca lo confesé… hasta que conocí a Damaris. Era la hermana mayor de mi mejor amiga, diez años mayor que yo, con curvas generosas, labios provocadores y una voz que me estremecía cada vez que hablaba. Todo ocurrió una noche de verano, en una pijamada donde mi amiga se quedó dormida... y Damaris me ofreció una copa más de vino.
Estábamos solas en la sala. Ella me miró de arriba abajo, se sentó a mi lado y me acarició el cabello. “¿Nunca te has preguntado cómo sería besar a una chica?”, susurró. Yo asentí con las mejillas encendidas. Ella se acercó y me besó lento, profundo, con una lengua que me enseñaba cómo se hace de verdad. Sentí su mano deslizándose bajo mi pijama, acariciando mis pechos con ternura. “Relájate, voy a mostrarte cosas que ningún hombre sabría hacer”, prometió.
Me quitó la ropa poco a poco, me besó cada rincón, me abrió las piernas y bajó su rostro entre ellas. Su lengua era magia pura, trazaba círculos sobre mi clítoris, entraba con precisión, me hacía gemir sin control. Me corrí temblando, agarrada a sus hombros, con el alma en llamas. Luego se subió sobre mí, me dejó tocarla, besar sus pezones, hundirme entre sus piernas mientras me guiaba con palabras sucias: “Así… más fuerte… no pares…”
Nos dormimos desnudas, abrazadas, con mi cabeza entre sus senos. Al amanecer, me despertó con caricias y volvió a hacerme suya antes del desayuno. Fue mi primera vez... y ninguna otra mujer ha logrado igualar lo que Damaris hizo aquella noche. Desde entonces, sé perfectamente lo que quiero: una mujer como ella, que me haga sentir viva, mojada… y completamente deseada.