Mi fantasía cumplida con dos chicas en la discoteca

Siempre tuve la fantasía de estar con dos mujeres a la vez, y esa noche en la discoteca se cumplió. Había estado bailando con una morena espectacular, cuando de repente apareció su amiga, una rubia igual de atractiva. Me rodearon, me besaron a la vez, y supe que esa noche sería inolvidable.

Terminamos en un hotel cercano. Apenas cerramos la puerta, ambas comenzaron a desnudarme mientras me besaban y me acariciaban. Me tumbé en la cama, y una se colocó sobre mi boca mientras la otra me montaba sin piedad. El placer era tan intenso que apenas podía pensar.

Sentía cómo sus gemidos se mezclaban, cómo sus cuerpos se movían al compás de mis caricias y penetraciones. Una me devoraba con su lengua mientras la otra me cabalgaba hasta perder el control. Era un torbellino de besos, jadeos, gritos de placer.

En un momento, las hice colocarse juntas, y me lancé a penetrarlas alternadamente, disfrutando de la mezcla de gemidos y miradas de lujuria compartida. Era el cumplimiento de mi mayor fantasía: dos mujeres complaciéndome al mismo tiempo, sin límites ni vergüenza.

Cuando los tres llegamos al clímax, quedamos agotados enredados en las sábanas. Ellas rieron y me dijeron: «Eres nuestro secreto». Cerré los ojos con una sonrisa, sabiendo que había vivido la noche más erótica de mi vida.