La Novata Que Me Volvió Loca en la Residencia

 

Categorías:  Universitarias Lesbianas Fantasías Sexuales

 

Mi nombre es Rubí, tengo 24 años y soy tutora de las nuevas estudiantes en la residencia universitaria femenina. Cada año llegan chicas de todos lados, pero ninguna me impactó como Lilibeth, una novata de 19 años con mirada dulce, labios gruesos y una inocencia que gritaba ser explorada. Desde el primer día, su forma de mirarme era distinta. Coqueta… silenciosa… pero cargada de algo más.

Una noche, luego de una bienvenida donde todas tomaron un poco de más, la encontré sola en la cocina, en short y camiseta sin sostén. Me miró y dijo: “¿Tú también estás sola?” Me acerqué y le acaricié la mejilla. “¿Sabes lo que pasaría si alguien nos viera así?” — “Tal vez deberías enseñarme cómo comportarme en la residencia,” respondió con picardía. Y ahí supe que esa noche sería distinta.

La llevé a mi habitación y cerré la puerta con llave. La besé con hambre contenida, y ella me respondió con una pasión inesperada. La tumbé sobre la cama, subí su camiseta y besé sus pezones erectos, mientras ella gemía bajo mi lengua. “Eres tan hermosa, Lilibeth… quiero saborearte completa.”

Me deslizó las manos por el muslo y me empujó contra la pared. “Quiero aprender contigo.” Se arrodilló, me bajó las bragas y comenzó a lamerme con una mezcla de torpeza y deseo genuino que me hizo estremecer. La guie con mis manos en su cabeza, marcando el ritmo, enseñándole cómo hacerme explotar. Me corrí sobre su lengua, jadeando, con el cuerpo temblando de placer.

Luego la tumbé y me deslicé entre sus piernas, saboreando su néctar joven, explorando cada rincón con devoción. Se vino en mi boca y supe que jamás olvidaría esa noche. Desde entonces, mi habitación se convirtió en su aula nocturna… y yo, en su profesora particular de fantasías prohibidas.