La Noche en que Mi Madrina Me Dominó
Categorías: Incesto Ficticio Mujeres Maduras Dominación y Sumisión Consentida
Me llamo Hernán, tengo 23 años y lo que viví con mi madrina Maylin es algo que siempre recordaré. Maylin es una mujer madura, segura y con una presencia dominante que me hacía sentir vulnerable y a la vez deseado. Cuando mis padres se fueron de viaje, me quedé con ella, sin saber que esa semana sería la más intensa y transformadora de mi vida.
Una noche, mientras veíamos una película, Maylin me llamó a su habitación. Cerró la puerta y me ordenó desvestirme. Sentí su mirada fija en mí, y sin poder resistirme, obedecí. Me ató las muñecas con una bufanda de seda y me hizo arrodillar.
Sus caricias eran precisas y dominantes. Me penetró lentamente, enseñándome a confiar y a entregarme. Cada embestida era una mezcla de poder y ternura que me hacía temblar. Sus órdenes me guiaban hacia un placer que nunca había conocido, llevándome al clímax una y otra vez.
Al amanecer, me abrazó y susurró: “Eres mío, Hernán. Para siempre.” Desde esa noche, su dominio se convirtió en mi mayor adicción y placer.