La Lección Prohibida de Mi Madrina

 

Categorías:  Incesto Ficticio Mujeres Maduras Sexo Anal

 

Me llamo Nathanael, tengo 22 años, y la historia que contaré marcó un antes y un después en mi vida. Durante una temporada que pasé en casa de mi madrina Amada, una mujer madura de curvas perfectas y mirada dominante, aprendí lecciones que jamás olvidaré.

Una noche, mientras la lluvia golpeaba las ventanas, ella me llamó a su habitación con una voz suave pero autoritaria. “Hoy vas a descubrir lo que es ser un hombre de verdad.” Me desnudó lentamente, acariciando mi cuerpo con manos expertas. Me ató las muñecas con una bufanda de seda y me hizo arrodillar, susurrando órdenes que obedecía sin dudar.

Su lengua exploró mi cuerpo con una mezcla de ternura y pasión dominante. Me penetró suavemente por el ano, enseñándome a abrirme, a confiar y a sentir el placer en una dimensión nueva. Cada embestida era un torbellino de sensaciones que me hacían gemir y suplicar más.

Al final, me abrazó fuerte y dijo: “Eres mío, Nathanael. Para siempre.” Desde esa noche, su dominio y ternura me acompañan en cada deseo y fantasía.