La Compañera de Cuarto

 

Categorías:  Lesbianas Universitarias Primera Vez

 

Ginger y yo compartíamos habitación en la residencia universitaria. Desde que nos conocimos, sentí algo distinto por ella… su sonrisa, su voz dulce, su forma de caminar en ropa interior por la habitación sin vergüenza. Yo nunca había estado con una mujer, pero cada noche la deseaba más.

Una madrugada, mientras veíamos películas en la cama, noté que me miraba diferente. Se acercó y me apartó un mechón de cabello. “¿Te has preguntado cómo sería besarme?”, susurró. No pude responder. Se inclinó y sus labios tocaron los míos, suaves, temblorosos, hasta volverse una fusión de lenguas y suspiros. Mis pezones se endurecieron al sentir su mano sobre mi ombligo, bajando lentamente hasta mi entrepierna.

“Estás tan mojada…”, dijo mientras me desnudaba con cuidado. Se tumbó entre mis piernas y comenzó a lamerme con dulzura. Su lengua bailaba sobre mi clítoris mientras me agarraba de los muslos. Gemía en voz baja, y cuando me corrí, ella lo bebió todo con una sonrisa. Luego me pidió que fuera mi turno.

Nerviosa, bajé hasta su centro y la lamí con deseo. Ginger gemía y se retorcía, pidiéndome más. La hice venir dos veces. Dormimos desnudas, abrazadas, con nuestras piernas aún entrelazadas. Desde entonces, lo que comenzó como una curiosidad se convirtió en una rutina nocturna… cargada de placer, ternura y secretos compartidos.