El Vecino Silencioso Me Abrió de Otra Forma
Categorías: Sexo Anal Fantasías Sexuales Dominación y Sumisión Consentida
Llevaba meses viéndolo desde la ventana. Vivía al lado de mi departamento, era mayor que yo por al menos veinte años, siempre callado, siempre solo. Cada tarde salía al balcón a fumar, camisa abierta, gafas oscuras, y una presencia que imponía. Yo tenía 22, con curiosidad latente y demasiadas fantasías no exploradas. Me gustaba pensar que él podía leer mi mente cada vez que me veía salir en short sin ropa interior… y tal vez podía, porque esa noche tocó mi puerta con una excusa banal y una mirada que no aceptaba un “no”.
“Tu música estaba algo alta… ¿Puedo pasar a comprobar desde adentro si se filtra?” Dije que sí, como si no supiera a lo que venía. Entró, me miró fijamente, cerró la puerta y me acorraló. “No juegues si no sabes perder”, murmuró. Me besó de golpe, sus manos firmes sujetando mi cintura. Me giró, me empujó contra la pared, y empezó a desabrocharme el short. “Te he visto tocarte desde tu ventana. Pensabas que no me daba cuenta.” Me sentí expuesta, mojada, sumisa.
Me arrodillé por impulso. Su polla era gruesa, pesada, perfecta. Comencé a chuparla con desesperación, entre babas y gemidos, mientras él me sujetaba del cabello y me decía que era una chica curiosa. Me miraba desde arriba, como si me poseía con la mirada. Me levantó, me inclinó sobre la mesa y me escupió el trasero. “Hoy vas a aprender a abrirte diferente.”
Metió sus dedos poco a poco, jugando, dilatando, acariciando. Me sentía suya. Luego, su polla comenzó a entrar, lenta al principio, haciéndome gritar. Nunca había sentido algo así. Cuando estuvo completamente adentro, comenzó a moverse con fuerza, tomándome de la cintura, dándome nalgadas suaves, susurrándome que ya no era la niña del balcón. Me vine sin tocarme, gritando, temblando. Él terminó adentro, caliente, profundo.
Me besó la espalda y dijo: “La próxima vez, quiero verte con las cortinas abiertas.” Desde entonces, cada vez que subo el volumen, sé que él vendrá. Y cada vez que lo hace… salgo más abierta que antes.