El Día Que Mi Hermano Ficticio Me Compartió Con Su Mejor Amigo
Categorías: Tríos Relaciones Prohibidas Penetración Vaginal
Siempre fui cercana a mi “hermano” de crianza, Leo. No compartíamos sangre, pero crecimos juntos desde que nuestros padres se juntaron. Era mayor que yo por cinco años, atlético, guapo, y protector. Nunca imaginé que algún día terminaría desnuda entre sus brazos… y con su mejor amigo observando. Todo ocurrió en un fin de semana de verano. Papá y mamá se fueron de viaje, y Leo invitó a su amigo Matías a quedarse en casa. Lo que comenzó como una noche de copas, se convirtió en la escena más ardiente de mi vida.
Después de varias cervezas, Matías no paraba de mirarme. “¿Tu hermanita siempre fue tan provocativa?”, le dijo a Leo. “Ella no es realmente mi hermana”, respondió con una sonrisa pícara. Me puse roja, pero no dije nada. Matías se acercó, me tomó de la cintura y me besó sin aviso. Leo observaba en silencio, luego se levantó del sillón y se acercó también. “¿Te gusta que te besen los dos?”, susurró en mi oído. Mi cuerpo temblaba, pero mi ropa se caía sola. “Sí”, fue lo único que pude decir.
Me recostaron en el sofá. Leo comenzó a lamer mis pezones mientras Matías bajaba a mi entrepierna y me devoraba con hambre. Sentía sus lenguas, sus manos, sus cuerpos rozando el mío como si fuera un juguete compartido. Luego Matías me penetró mientras Leo me sujetaba de los brazos. Gritaba su nombre, y cuando cambiaron posiciones, Leo me tomó por detrás, fuerte, dominándome. “Mira cómo te rompemos entre los dos”, decía Matías mientras me acariciaba el rostro.
Me corrí una, dos, tres veces. Perdí la cuenta. Ellos también acabaron, dentro de mí, sobre mí, llenándome de deseo y sudor. Al final, caí rendida entre ambos. Desde ese día, no hubo marcha atrás. Cada vez que se ven, me llaman. Saben que soy suya… y yo no puedo dejar de esperarlo.