Bajo el Control de Mi Madrina
Categorías: Incesto Ficticio Mujeres Maduras Dominación y Sumisión Consentida
Me llamo Alberto, tengo 21 años y esta es la historia que cambió mi vida. Mi madrina, Yesenia, siempre fue una mujer imponente: cuarenta y tantos, con un cuerpo que exudaba poder y sensualidad. Cuando mis padres se ausentaron unas semanas, me quedé a vivir con ella, sin imaginar que ese tiempo sería una lección que jamás olvidaría.
Una noche, me llamó a su habitación. La puerta se cerró tras de mí y sentí cómo su mirada se clavaba en mi alma. “Hoy vas a aprender a obedecer, Alberto” Su voz era firme, sin lugar a dudas. Me desnudó lentamente, acariciando cada centímetro de mi piel con sus manos expertas.
Me ató las manos con una bufanda de seda y me ordenó arrodillarme. Su lengua recorrió mi cuerpo con una mezcla de ternura y dominio, enseñándome que la sumisión puede ser el mayor placer. Cada orden era seguida sin cuestionamientos, y cada caricia me llevaba más cerca del éxtasis.
Cuando terminó, me miró con ojos llenos de deseo y dijo: “Eres mío, Alberto. Para siempre.” Y desde esa noche, su control sobre mí solo creció, convirtiéndome en su alumno más fiel y entregado.