A los Pies de Mi Roommate

 

Categorías:  Lesbianas Primera Vez Dominación y Sumisión Consentida

 

Mi nombre es Renata, tengo 20 años y esta es la historia de cómo mi primera vez con una mujer fue también mi primera vez como sumisa. Todo comenzó en la residencia universitaria, cuando me asignaron habitación con Bianca, una estudiante de Derecho de último año. Era alta, segura, con mirada penetrante y una voz que hacía que hasta los profesores se callaran al hablar. Yo era tímida, inexperta… y ella lo notó desde el primer día.

Una noche, mientras estudiábamos juntas, me sorprendió con una pregunta directa: “¿Te han dado órdenes en la cama?” Me puse roja. Ella sonrió y se acercó lentamente. “Quítate la camiseta”, ordenó. Lo hice. “Arrodíllate.” También obedecí. Su seguridad me derretía. Me acarició el rostro y dijo: “Eres mía esta noche. No vas a hablar, solo vas a sentir.”

Me acostó en la cama y comenzó a besarme con una intensidad que jamás había sentido. Su lengua jugaba con la mía, marcando el ritmo. Luego bajó lentamente, recorriendo mi cuello, mis pechos, mi vientre… hasta llegar a mi entrepierna. Se detuvo, me miró y dijo: “No te muevas.” Su lengua comenzó a moverse entre mis labios inferiores, lamiendo con firmeza, con experiencia, como si supiera exactamente lo que necesitaba. Me hizo gritar, gemir, temblar.

Cuando terminé, me limpió con delicadeza y me susurró al oído: “Eres una buena alumna.” Desde entonces, todas las noches en esa habitación tienen sus reglas… y yo las obedezco con gusto. Ser su sumisa se convirtió en mi mayor adicción.